Puedo garantizarle que fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Tuve la oportunidad de comprobar en persona lo que había oído en muchas ocasiones: la grandeza moral de UNA MUJER SORDA humilde y cercana y con una extraordinaria personalidad. Recuerdo que se mostró muy interesado por el trabajo que estábamos promoviendo en favor de la igualdad junto con las personas sordas