domingo, 14 de febrero de 2010

Día de San Valentín: Amor sin barreras

Javier de Torres y Susana Castaño se conocieron como otras muchas parejas. Un encuentro casual en un bar, el chico se acerca a la chica, un par de preguntas para entablar conversación y respuestas que suscitan un interrogante: "¿Eres sorda?" Pues si. Pero me sorprende que te hayas dado cuenta", dijo ella. "Es que se te nota", respondió él. La sinceridad de ambos, lejos de abortar ese primer contacto, dio pie a una larga charla. Javier le pidió el teléfono, la llamó y hasta hoy. Pero su historia de amor no fue fácil. A los tres días de trasladarse desde su Zamora natal a Madrid para estudiar arquitectura, Susana sufrió un grave accidente que cambió su vida. Una de las grúas que se utilizaban para la construcción de la línea de metro de Ciudad Universitaria se le vino encima y le aplastó. Sufrió la rotura de varios huesos y graves daños internos. Permaneció tres meses en coma y despertó con apenas un 15% de audición. Tuvo que aprender a oír con audífono, superar el rechazo de sus compañeros de clase y las dificultades para entender al profesor. "De esa etapa en la Universidad no tengo amigos", afirma esta trabajadora del servicio de disciplina urbanística del Ayuntamiento de Madrid, cuya apariencia y desenvoltura no delatan su discapacidad auditiva a primera vista. Javier es madrileño y tiene 42 años, dos más que Susana. Es economista, ejerce de consultor y durante el primer año de su relación pasó largas temporadas fuera de casa por su trabajo. Se comunicaban por principalmente por chat. "Ahora soy más paciente, he tenido que aprender a escuchar, a mirarla y a ponerme del lado derecho cuando hablo, para que Susana me oiga". Vivir con una sorda post locución -que no utiliza el lenguaje de signos-, le ha obligado a adoptar unas pautas de comportamiento. "Ahora soy más paciente, he tenido que aprender a escuchar, a mirarla y a ponerme del lado derecho cuando hablo, para que Susana me oiga. Pese a ello, ambos comentan resignados que a veces no se entienden. En casa ven siempre programas subtitulados, a pesar de que aseguran que los textos no se corresponden con la realidad", y en el cine, películas en versión original. "Además, intento modular la voz, porque antes arrastraba mucho las palabras. Pero no todo son inconvenientes: Puedo poner la música y los partidos de fútbol a todo volumen, porque ella no se entera", bromea Javier. 'No nos chillen, mírennos' Para Susana tampoco es sencillo. "No oigo el timbre de puerta, ni la radio o la televisión, a no ser que estén a todo volumen. He aprendido a distinguir los sonidos y a leer no sólo los labios, sino también los ojos, que son muy expresivos. A una persona con gafas de sol no la entiendo", dice. Las parejas en las que uno de los miembros es discapacitado no abundan. Aunque viendo el cariño que se profesan Javier y Susana, el esfuerzo merece la pena. Para ellos ha sido decisivo el apoyo de la asociación CLAVE . Esta entidad de origen británico tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva. "Cuando hay amor, todos los días es San Valentín". En España hay dos millones de personas con algún tipo de sordera. CLAVE ayuda a los profesionales involucrados en su diagnóstico y educación. Asimismo, ofrece formación a padres y trabaja para orientar sobre la mejora de las condiciones acústicas de los edificios, difundir las ayudas técnicas para la comunicación y asegurar la accesibilidad en los entornos sociales. En su sede, Susana ha conocido a personas con sus mismos problemas e inquietudes y ha hecho buenos amigos, aunque también se relaciona con los amigos oyentes de Javier. Aprovecha esta entrevista para agradecer su apoyo al Hospital de Zamora, al de San Carlos de Madrid y a CLAVE. Y formula una petición a los ciudadanos: "Cuando traten con sordos, no les chillen. Vocalicen y mírenlos". Antes de despedirme, les pregunto a esta pareja, cuyo amor ha superado todas las barreras, si van a celebrar de forma especial el día de los enamorados. Susana responde: "Cuando hay amor, todos los días es San Valentín". Fuente: El Mundo